Lluna Mar Feb 14, 2012 7:18 pm
La Poké Ball dejó de agitarse y di un salto, abrazándome fuertemente a Pikachu. Todo era gracias a él, a pesar de que me había hecho pasar un mal rato cuando se negó a luchar. Dejé salir a Cherubi, ¡tan adorable! Cabía en la palma de mi mano, le acaricié la cabeza y se lo presenté a Umi y a Pikachu… ¡lo que me recordaba que aún no le había encontrado un mote bonito!
-¿Veis, chicos? ¡Tenemos un nuevo compañero!
Pikachu se acercó con cautela y presionó su frente contra Cherubi, algo crispado. Por lo visto, no le había gustado la pelea… Los acaricié a ambos mientras que Umi me daba golpecitos suaves en la espalda, pidiéndome atención. Los sostuve a todos entre mis brazos, ¡suerte que todavía eran pequeños! Y los abracé. De repente oí unos gruñidos y Pikachu se abalanzó sobre Cherubi, que gimoteaba bajo el otro pokémon.
-¡¡Eh!! ¿Pero qué ocurre, Pikachu?
Este se señaló la cola, algo magullada y lloriqueó. Luego señaló a Cherubi, que me miraba con inocencia. ¿Qué querría decir con eso? Le di unos golpecitos suaves en la cabecita al nuevo y mire de reojo a Pikachu, enfadada.
-¡Muy mal Pikachu, discúlpate con él!
Pero se giró y se sentó cerca de un charco, remojándose la cola, algo hinchada. Umi me trajo algunas bayas que había encontrado por ahí y comimos algo, pero Pikachu no se acercó a nosotros. Tenía la cabeza gacha y parecía algo tristón; me levanté y le tendí una baya aranja, que aceptó con reticencia.
-Pika, pi… -dijo, entre enfadado y triste-.
Le di un achuchón bien fuerte, al que al principio se resistió.
-Lo has hecho muy bien Pikachu, ¡te buscaré un mote bonito, que sea tan fuerte y chulo como tú! -añadí, totalmente animada-.
Umi comenzó a gritar enérgicamente, mientras que Cherubi emitió un par de lloriqueos suaves. Me giré y los vi, Umi encima del pequeño tirando de la goma que me había quitado antes y que Cherubi se había puesto entre sus hojas. Salí corriendo con Pikachu entre los brazos, me arrodillé y los separé. El menor me miraba con ojitos vidriosos e inocentes, mientras que Staryu hacia gestos nerviosos, como explicándome lo que había ocurrido, aunque en aquel momento no me di ni cuenta.
-¡OOOH! Ese coletero te queda genial, ¡aaaaaaay! ¡Eres adorable, por dios! -dije cogiendo uno de loas que llevaba en la muñeca y poniéndoselo en la otra hoja- ¡Perfecto! Eres tan mono… ¡Oh, ya sé que mote te pondré!
-¿Cher, cher?
-¡¡STAR, Staaaaaaar!!
-¿Eh? ¿Qué te pasa Umi? ¡Ah, ves! ¡Ya se me ha ido de la cabeza! Como era… ¡Oh, oh! ¡Mairi! Sí, así te llamaré, ¡Mairi-chan!
Pikachu agachó la cabeza y se fue seguido de Umi, que no paraba de despotricar y te señalarse la punta donde tenía el coletero. Salí corriendo tras ellos con Mairi entre los brazos.
-¡Eh, esperadme!
¿Qué les pasaba a esos dos? Con lo adorable que era Mairi, ¿cómo no podían llevarse bien con él?