Oscuro como la boca del Mightyena

No tardé en percatarme de que sería practicamente imposible distinguir algo con la escasa luz que lograba alcanzar las profundidades de la cueva. Solo se escuchaba el sonido de mis pasos haciendo eco en las rocosas paredes y el ligero batir de alas de Clover. Tap... tap... tap...

Entonces un aullido atronador rompió la quietud de la noche, provocándome un escalofrío poco relacionado con el frio. Tuve el impulso de abrazarme a Clover, pero me paré en seco, debía ser fuerte si quería ser una entrenadora como Arceus manda. Aquel aullido solo podía significar una cosa: Pokémon. Y eso, a su vez... ¡batallas y nuevos compañeros pa' la saca! No podía salir corriendo de buenas a primeras. Busqué los ojos de Celebi y continué con el valor que me transmiría su cálida sonrisa. ¡Iba a ser demasiado fácil para mí!

Celebi (Clover)

Tipo:
Nivel:6 Exp:4/10
Habilidad: Cura natural (Cura problemas de estado al salir de una batalla o al ser cambiado por otro Pokémon)
Felicidad: 5%
PS: 12
Ataques:
-Drenadoras (-/90%/roban el 12,5% de los PS en cada turno pero no afecta a los tipo Planta)
-Confusión (50%/100%/10% de probabilidades de confundir al rival)
-Recuperación (-/100%/recupera la mitad de sus PS)
-Campana cura (-/100%/cura todos los cambios de estado de tu equipo)

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Caminábamos sin prisa por la cueva. Me mantenía alerta, pero Clover estaba igual de alegre que hasta ahora. No pude contener un estornudo escansaloso, y en ese instante vi un Pokémon que volaba en nuestra dirección con rapidez, quizás le había asustado el sonido. Saqué la Pokédex, con el corazón a mil, y apunté en la oscuridad. Di un suspiro de alivio al escuchar "Zubat" con voz robótica, estaba habituada a ellos. Un Golbat hubiese sido mucho más peligroso, pues a veces chupaban sangre a humanos, o eso había oído decir.

- Clover - dije sin perder un instante más - ¡Vamos a enfrentarnos a ese Zubat! ¡Fulmínalo con Confusión!

En aquella inescrutable oscuridad había podido apreciar con claridad el brillo blanquecino de los ojos de Clover y el resplandeciente y tembloroso cuerpo de Zubat, que caía inconsciente.

- Buen chico - acaricié su cabeza - Lo haces increíblemente bien.

Continuamos caminando más alegres que antes, ¡una victoria siempre dejaba buen sabor de boca! Pero, ¿qué clase de Pokémon nos toparíamos? ¿Sedientos chupasangres? ¿Un grandullón rabioso? ¿Raticates hambrientos? La felicidad fue bajando a cada paso, era difícil adentrarse en una cueva como esa por primera vez... ¡Debía de serlo, porque yo soy mucho más valiente que la media! ¡Sin duda! Clover debió notar mi nerviosismo porque hizo su grito característico con voz dulce. Le sonreí aunque no pudiese verme, agradecida.

Caminaba tratando de hacer el menor ruido posible para guiarme por el oído. Cuando escuché pasos que se me aproximaban, demasiado humanos, retrocedí escrutando la oscuridad. Me sorprendió escuchar una voz de joven bastante común, aunque me interesé por lo que decía. Cerré los ojos todo cuanto pude para tratar de distinguirle el rostro.

- ¿Leyenda? - quería hacerme la interesante, pero por otro lado me interesaba la historia - Bueno, quizás no... ¿Qué clase de leyenda?

No estaba segura de si pretendía asustarme o informarme. De todas maneras permanecí atenta y curiosa a su información. Celebi se posó en mi hombro batiendo todavía sus alas con rapidez.

La historia no me parecía la gran cosa en principio, podían ser delirios de una mente perversa o simplemente historias para niños... hasta que en cierto punto empecé a asustarme con aquella forma de narrarlo, creando imágenes en mi mente que no deseaba imaginar. Cuando vi la fotografía me costó esfuerzo no mostrar una cara de pánico. Pero yo sabía muy bien disimular mi miedo, era experta. Pero de todas formas no tenía miedo, yo nunca tenía miedo... Respiré hondo y comencé a caminar hacia el interior de la cueva con Clover aún sujeta a mi hombro.

- ¡Gracias por la leyenda! - grité fuerte para que pudiese oírlo - Si fuese más que solo un cuento ese Sableye ya puede darse por atrapado.

Sin más que eso seguí centrándome en la presencia de Clover para no necesitar retroceder y abrazarme a ese desconocido. Aunque... ¡no era algo que necesitase!

Al escuchar sus pasos seguirme no se si deseé huir de él o abrazarlo, todavía "ligeramente" asustada. Giré con rostro de pocos amigos, anque en esa iluminación era difícil que lo supuiese. Me entregó cinco Pokéballs y, tal como vino, se fue, hablando en lo que oficialmente era un monólogo. ¿De verdad existía gente tan amable? Miré en dirección a las Pokéballs, aunque apenas brillaban en la cueva. Las guardé en el bolsillo de la sudadera y me sentí con más energía.

- Vamos Clover, no hay tiempo que perder - murmuraba mientras seguía mi camino - ¿Qué opinas sobre lo que ha dicho el loco ese?

- Ce-lebíii - gritó con un tono alegre y entusiasta. Significase lo que significase aquello... no compartíamos el mismo sentimiento. Aunque una parte de mí deseaba resolver aquel misterio.

Squirtle Macho (Bloki)

Tipo:
Nivel:7 Exp:4/14
Habilidad: Torrente (aumenta el poder de los ataques de tipo agua un 50% ).
Felicidad: 10%
PS: 14
Ataques:
-Placaje (50/100%)
-Látigo (-/100%/baja 1 nvl la defensa del enemigo)
-Burbuja (20/100%/10% de probabilidades de bajar 1 nvl la velocidad del rival)

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El siguiente sonido de pasos me asustó más que el anterior. Parecían patas de Pokémon, y su respiración era agitada y sonora. Como acto reflejo saqué la Pokédex y en ella pude escuchar su nombre y conocer su aspecto en el acto, el cual era más tétrico de lo que esperaba.

Sin dudarlo saqué la Pokéball de Bloki y lo envié a la batalla. El resplandor de la Pokéball iluminó la zona durante unos escasos segundos. Clover seguía en mi hombro, sin inmutarse lo más mínimo.

- ¡Prepárate amigo! ¡Vamos a refrescarlo! ¡Burbuja!

- ¡Scueero! - contestó Bloki antes de expulsar una decena de burbujas transparentes, por lo que pude escuchar, pues apenas veía nada.

Me costaba tomar decisiones con aquella luz, pero por lo que podía escuchar suponía que Bloki no había sido atacado. Houndour aulló con fuerza, lo que me hizo estremecer.

- ¡Vamos, Bloki! ¡Mantente firme! ¡Placaje!

Suspiré al escuchar el grito de victoria de Bloki y sentirlo a mi lado. Antes de meterlo en su Pokéball le acaricié. Empezaba a impacientarme pensando en la historia... ¿sería o no real? Solo había una manera de averiguarlo, por lo que avancé deprisa, más valiente tras dos victorias.

La cueva parecía eterna y cada vez más, más fria, pero sin duda me sentía incapaz de dormir en un lugar así... aquella leyenda... No tardé en escuchar un nuevo sonido, pero en esta ocasión se trataba de un Pokémon bastante silencioso y tuve que aguzar el oído. Cuando lo apunté y lo vi reflejado en mi Pokédex deseé tener a mi lado a aquel "Scraggy". ¡Parecía muy molón e independiente!

- ¡Clover, este pequeño se irá con nosotros, cuidado con esos golpes! ¡Confusión!

Los ojos de Celebi se tornaron blancos como la nieve antes de que mis labios dejasen escapar la frase completa.

¡Sería increíble un Pokémon así en el equipo! ¿De qué tipo sería? Por su aspecto diría... ¡Tierra!

Me quedé atónita, el ataque que tan buenos resultados me había dado hasta la fecha no lo elevó siquiera... Tendría una defensa especial increíble, sería su piel, o... ¿Tipo Siniestro? ¡Eso lo hacía aún mejor! El pequeño Pokémon lanzó una fuerte patada a Clover, pero él pareció seguir en plena forma, reboloteando a su alrededor.

- ¡Clover! - tenía que pensar con rapidez - ¡Drenadoras!

Del suelo surgieron raíces que atraparon a Scraggy para succionarle la energía. Aún con esas el Pokémon tenía suficiente libertad y golpeó a Clover.

- ¡Vamos Clover, utiliza Recuperación!

El cuerpo del Celebi se iluminó levemente, mostrándome la escena y viendo por primera vez el rostro de Scraggy directamente. ¡¡Me encantaba ese Pokémon!! ¡Tenía que ser mío!

Saqué una Pokéball vacía casi sin meditarlo.

- Hazte a un lado Clov, este Pokémon será mío... ¡ahora!

La lancé con una gran sonrisa, en ese instante no recordaba la cueva ni la leyenda. Solo tenía pensamientos para aquel Pokémon que luchaba por escapar de su presa, la esfera roji-blanca.